By-Pass Gástrico

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Es la operación más comúnmente realizada y de la que se tiene más experiencia y evolución a muy largo plazo.

Este tipo de cirugía es una técnica de las denominadas mixtas. Se reduce el estómago y se desvía el alimento para que este no pase por todo el intestino, logrando así disminuir su capacidad de absorción.

Debe saber que…

  • Se realiza con anestesia general y por vía laparoscópica.
  • Se reduce el tamaño del estómago con un reservorio de 15 a30 cc.
  • Se conecta el reservorio directamente al intestino delgado a la mitad de su longitud.
  • Procedimiento seguro y efectivo para lograr una buena pérdida de peso.
  • Requiere control analítico anual para controlar los niveles de vitaminas y minerales, con especial atención a la B12,calcio, hierro y vitamina D.
  • Buena calidad de vida con muy escasa incidencia de vómito o diarrea.
  • Es la más indicada en pacientes diabéticos.

Dieta Bypass-Gástrico

La adaptación a la dieta viene dada por la reducción del tamaño del estómago y por ello, los pasos son iguales que los de una Gastrectomía tubular. Después de la intervención la dieta será liquida y muy fraccionada. La dieta debe ser exclusivamente líquida los primeros días, procurando beber con frecuencia. Es habitual que le indiquemos la toma de batidos ricos en proteínas. Pasados estos días, debe progresarse de líquidos a dieta blanda generalmente pasada en purés durante quince días, para luego ir incorporando alimentos blandos y finalmente alcanzar una dieta casi normal. Los tiempos de progresión se evalúan de forma individual dependiendo de la adaptación y tolerancia de cada paciente. Aproximadamente después del tercer mes el paciente ya puede comer sólidos normalmente. No se deben beber líquidos 20 minutos antes de las comidas ni media hora después.

La dieta de los pacientes operados con BY-Pass, y pasados los primeros meses de adaptación, debe ser una dieta normal y lo más variada posible incluyendo verduras, fruta, carne, pescado etc. Hay que saber que se come menos cantidad, por lo general se suele tomar plato único, siendo importante comer despacio y masticar bien los alimentos. Es importante fraccionar la comida en cuatro o cinco tomas realizando desayuno, comida, merienda y cena, y si el desayuno es escaso y muy temprano, tome algo a media mañana. Se deben eliminar de la dieta diaria, los dulces, alimentos muy grasos o hipercalóricos. Mejor los asados que los fritos. Por lo general, es fácil adaptarse al nuevo estómago y nos permite comer en “cualquier sitio”.

Efectos no deseados

  1. Al ser el estómago muy pequeño, es posible que en algunos casos sea difícil tomar carne en porciones grandes, tómela mejor picada o carne blanda y bien masticada.
     
  2. En algunos casos queda el llamado Sd. de Dumping. Es la sensación de mareo que aparece después de comer azucares; cede a los pocos minutos y en algunos casos requiere tumbarse. Se produce por un “vaciamiento rápido del alimento en el intestino” y aunque incómodo en cierto modo puede ser beneficioso, pues lleva a “rechazar los dulces”.
     
  3. Es aconsejable tomar suplementos vitamínicos y realizarse un control analítico dos veces al año. En las mujeres, después de la menopausia, hay que vigilar especialmente el riesgo de osteoporosis por lo que se recomienda tomar calcio con vitamina D.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo funciona?

El bypass gástrico laparoscópico es una técnica en la cual se deja un pequeño estómago de 15 a 30 ml, que se conecta directamente al intestino delgado.
De esta manera la comida salta un gran segmento de intestino delgado y se disminuye con ello la absorción calórica y de nutrientes; “nos aprovecha menos lo que comemos”.

Además, debido al reducido tamaño de la porción de estómago que se deja, se reduce la cantidad de comida que se puede tomar y hace que se sienta saciedad de forma rápida.

¿Para quien está indicada?

El By pass es la cirugía estándar para el tratamiento de la obesidad y la más utilizada. La cirugía de la obesidad, se realiza porque actualmente es la mejor opción para lograr el adelgazamiento duradero en pacientes obesos. Está indicado en pacientes con un IMC superior a 40 o 35 si tienen enfermedades asociadas de riesgo y especialmente en el caso de la diabetes tipo II.

¿Cuánto peso perderé?

Es difícil establecer una cifra exacta. El objetivo de toda cirugía, se cifra en perder aproximadamente un 50% de su sobrepeso en unos 2 años, aunque por lo general se espera una pérdida de entre el 60 y 90% . Es por tanto una técnica muy efectiva. Está demostrado que con una disminución del 50 % del sobrepeso, los riesgos globales para la salud que entraña la obesidad; especialmente hipertensión arterial, colesterol, triglicéridos y diabetes disminuyen o desaparecen. Además, se encontrará mucho mejor, irán aumentando progresivamente sus posibilidades de hacer deporte o al menos un buen ejercicio físico cotidiano y esto le ayudará a mantener el peso perdido y mejorar su condición física.

¿Volveré a ganar peso después?

Se pueden dar casos en que se recupere parte del peso perdido, puesto que la cirugía es un medio para tratar la obesidad restringiendo lo que se come, pero requiere de nuestra voluntad para mantener los efectos conseguidos. Por ello, para evitar un fracaso posterior a la intervención, se necesita la cooperación del paciente y ajustar su estilo de vida a las nuevas condiciones que derivan de la intervención, con el fin de facilitar la adaptación al nuevo estilo de vida saludable siempre prestamos un servicio de apoyo durante el primer año: fomentaremos una vida activa y modificaremos sus hábitos de alimentación.

¿Qué efectos desagradables puede tener?

  1. Náuseas y vómitos.- es muy baja o nula la incidencia de vómito con esta técnica. Durante el primer mes, con la dieta líquida primero y purés después, es poco probable que tenga vómito o náusea. A medida que se progresa a una dieta mas solida, y sobre todo al inicio de la misma, pueden surgir náuseas o “dolor” por comer en exceso. Una vez que aprendemos y nos adaptamos a la “cantidad” requerida, esto desaparece.
  2. Deshidratación.- Podría llegar a suceeder si no bebe líquido en suficiente cantidad durante los primeros días. Después es poco probable, salvo que no sea capaz de tomar alimentos, en cuyo caso debe consultar de forma inmediata.
  3. Intolerancia a ciertos alimentos.- En algunos casos hay intolerancia a la toma de azúcares, postres dulces como flan, natillas, chocolates etc. Es el llamado Sd. de Dumping, que produce sensación de mareo después de comerlos y dura unos minutos, se produce por el vaciado rápido del alimento al intestino delgado y la rápida asimilación de la glucosa. Suele ser “beneficioso” pues lleva a rechazar este tipo de alimentos.
  4. Tendencia al estreñimiento.- Dependerá de su hábito intestinal previo, pero tenderá a estreñirse, pues se come menos cantidad. Es importante que procure tomar fibra e hidratarse bien.
  5. Meteorismo.- no suelen referir aunque si es frecuente la existencia de “ruido de tripas”.
  6. Frío.- A menudo se produce menor tolerancia al frío por el simple hecho de adelgazar y por los cambios metabólicos que tienen lugar.
  7. Embarazo.- Debe esperar a estabilizarse: no prevea un embarazo hasta 2 años después de operarse.
  8. Complicaciones tardías. Son poco frecuentes y siempre menores que los de la obesidad no tratada, entre estas están:
    • Mala absorción de vitaminas, principalmente las liposolubles (A, K, D, E) así como Ac. Fólico, B12, Calcio, Hierro. Por lo general se controlan bien con la toma regular de polivitamínicos.
    • Sd. de Dumping es la sensación de mareo que aparece después de comer azúcares, cede a los pocos minutos y en algunos casos requiere tumbarse. Se produce por un “vaciamiento rápido del alimento en el intestino” y aunque incómodo, en cierto modo puede ser beneficioso pues lleva a “rechazar los dulces”.
    • Estrechamiento o estenosis de la unión entre el estómago (reservorio) y el intestino, lo que puede llevar a vómito e intolerancia a los alimentos, se suele solucionar por medio de dilatación con gastroscopia.
    • Pérdida insuficiente de peso(menos del 50% del sobrepeso), poco frecuente (menos del 5%) y suele asociarse a una mala adaptación o cumplimiento de las normas dietéticas. En estos casos suele ser necesario tratamiento dietético controlado y en algunos casos una reintervenciòn para “alargar” la mala absorción. La excesiva pérdida de peso es también poco probable y se controla bien con normas dietéticas.

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