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Asocian psoriasis con obesidad y diabetes tipo 2
La psoriasis podría vincularse con el exceso de peso y la diabetes tipo 2, según un estudio reciente.
Unos investigadores daneses encontraron que las personas con diabetes tipo 2 presentaban un aumento de más del 50% en las probabilidades de tener psoriasis que las personas sin diabetes.
El estudio también encontró que la tasa de psoriasis aumentó junto con el peso creciente. Por ejemplo, las personas obesas con un índice de masa corporal (IMC) de más de 35 tenían casi el doble de probabilidades de sufrir psoriasis que las personas con un peso normal. El IMC es una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso. Se considera obesa a una persona cuando tiene un IMC a partir de 30.
No está claro exactamente cómo esas afecciones podrían estar conectadas, pero los autores del estudio sugirieron que la genética, el tabaquismo, el consumo de alcohol o la inflamación podrían tener un rol.
«La psoriasis es un trastorno complejo», apuntó la investigadora líder, la doctora Ann Sophie Lonnberg, de la Universidad de Copenhague. «Todavía no se han descubierto del todo la genética de la enfermedad ni sus muchas comorbilidades [afecciones coexistentes]», dijo.
El estudio no puede probar que la psoriasis provoque diabetes tipo 2 u obesidad, ni viceversa, añadió Lonnberg. Pero el estudio sugiere que la asociación entre la psoriasis y la obesidad podría en parte tener que ver con una causa genética común, explicó.
«El motivo de que la psoriasis y la obesidad estén asociadas no se debe solo a un estilo de vida común, sino que también están asociadas debido a genes comunes», planteó Lonnberg. «Es importante tratar la psoriasis y la obesidad y la diabetes, dado que son factores de riesgo de la enfermedad cardiaca y podrían tener efectos graves sobre la salud general».
En el estudio, Lonnberg y sus colaboradores recolectaron datos de casi 34,000 gemelos de 20 a 71 años de edad. Poco más del 4 por ciento sufrían de psoriasis, poco más del 1 por ciento tenían diabetes tipo 2, y más del 6 por ciento eran obesos, mostraron los hallazgos.
Entre los casi 460 individuos con diabetes tipo 2, alrededor del 8 por ciento también tenían psoriasis. Entre las personas sin diabetes tipo 2, solo el 4 por ciento tenían psoriasis, hallaron los investigadores.
Las personas con psoriasis tendían a pesar más que las que no sufrían de la afección cutánea, apuntaron los investigadores. El riesgo de obesidad también fue más alto entre los que tenían psoriasis: el 11 por ciento de las personas con psoriasis eran obesas, pero solo el 8 por ciento de los participantes no obesos del estudio tenían psoriasis, según los hallazgos.
Los investigadores también observaron a 720 parejas de gemelos en que uno tenía psoriasis y el otro no. Los gemelos con psoriasis pesaban más que los que no tenían psoriasis, y también eran más propensos a ser obesos, encontró el estudio. Pero la prevalencia de la diabetes tipo 2 fue la misma en los gemelos con y sin psoriasis, según el informe.
El estudio aparece en la edición en línea del 27 de abril de la revista JAMA Dermatology.
«La psoriasis no es solo una enfermedad de la piel. Los pacientes y los profesionales de la atención de la salud deben ser conscientes de los problemas de salud sistémicos asociados con la psoriasis», comentó el Dr. Joel Gelfand, profesor asociado de dermatología de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, y autor de un editorial que acompañó al estudio en la revista.
Otros estudios han sugerido que las personas con psoriasis son más propensas a desarrollar diabetes tipo 2 aunque no tengan otros factores de riesgo importantes de la enfermedad de azúcar en sangre, y que ese riesgo aumenta con la gravedad de la psoriasis, apuntó Gelfand.
«Parte de ese riesgo podría deberse a una genética compartida entre la psoriasis y la diabetes. También se piensa que la inflamación crónica de la psoriasis podría predisponer a los pacientes a la diabetes», explicó Gelfand.
Sugirió que las personas con psoriasis, sobre todo las que tienen de 40 a 70 años de edad con una enfermedad cutánea más generalizada, deben recibir evaluaciones médicas de la diabetes.
«Los pacientes con psoriasis que tienen sobrepeso o son obesos podrían reducir el riesgo de diabetes, al mismo tiempo que hacen que la enfermedad cutánea sea menos activa, si pueden alcanzar y mantener un peso corporal más saludable», señaló Gelfand.
Otra médica cree que la genética podría ayudar a explicar lo que ha visto en su propia práctica.
«He visto que la psoriasis se asocia con la diabetes, lo que sugiere que un vínculo genético podría ayudar a explicar por qué controlar la diabetes en los pacientes con psoriasis resulta mucho más difícil», comentó la Dra. Doris Day, dermatóloga del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
«Estamos comprendiendo más sobre la psoriasis y creando mejores tratamientos», dijo. «Si sufre de psoriasis, debe ir al dermatólogo, al cardiólogo y al endocrinólogo para asegurarse de tener otras afecciones bajo control», aconsejó Day.
Fuente: Laprensa.hn
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Adelgaza 75kg gracias a cirugía bariátrica después de perder familiares por obesidad
El testimonio de una mujer británica que sufrió un gran drama familiar por culpa de la obesidad y recuperó su salud gracias a una operación de bypass gástrico:
t13.cl
La historia de Mary Maxwell puede calificarse como trágica, pero a la vez como una de resiliencia. Cuando tenía dos años, su madre murió por una enfermedad cardíaca ligada a la obesidad. Su padre falleció por culpa del cáncer incluso antes que ella naciera, y al poco tiempo su tía de 26 años también murió por una condición relacionada a la obesidad.
Las muertes de sus familiares más cercanos, no obstante, no lograron hacer que Maxwell decidiera cambiar su vida por una saludable, sino que la mujer se refugió en la comida, a la que incluso llegón a considerar una «amiga».
A los 19 años, Mary Maxwell llegó a pesar 136 kilos y empezó a ver a la comida como un enemigo. Según contó al diario británico Metro, no solo sufría de bullying en su época escolar, sino que también se daba cuenta que en su vida adulta las personas la evitaban y cuando iba a fiestas o reuniones de trabajo sus compañeros «desaparecían».
Cuando cumplió 21 años, Mary decidió someterse a un bypass gástrico para tratar su problema, y ahora, cuatro años más tarde demuestra sus avances en Instagram. Pero la mujer explica a través de la misma red social que no todo ha sido un cuento de hadas.
«Nunca me he sentido amada y nunca me he sentido completa», escribió recientemente Maxwell.
Su historia refleja también la parte más dura de bajar de peso, y los problemas sicológicas que ello puede conllevar. Aunque ahora Mary declara ser feliz con su vida, pero aún tiene un problema, para el cual pide fondos mediante internet, pues quiere operarse por la piel extra que le quedó.
Fuente e imagen: T13
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Combinar azúcar y sal en la comida, aún más dañino para personas con Diabetes Tipo 2
BBC Mundo
Hasta ahora se creía que el azúcar era uno de los grandes causantes de la diabetes tipo 2. Ahora, un equipo de investigadores franceses descubrió que combinar azúcar y sal en la comida es todavía peor.
Un equipo del Instituto Francés de Salud y de Investigación (Inserm, por sus siglas en francés) se dio cuenta que la cirugía de bypass gástrico (reducir el tamaño del estómago quirúrgicamente) en pacientes voluntarios diabéticos reducía la absorción de azúcar en la sangre tras las comidas.
La absorción de azúcar se limitaba con esta operación a la parte inferior del intestino y al contacto con la bilis.
Los investigadores después estudiaron los efectos de esta cirugía en cerdos miniatura, que son mamíferos omnívoros con una anatomía digestiva y fisiología muy similar a la nuestra.
Al añadir sal a la comida de los cerdos operados, descubrieron que se restablecía la absorción de azúcar en el intestino superior, provocando un aumento en los niveles de azúcar en la sangre.
Demasiada sal
Por tanto, la sal estaría jugando un papel fundamental en la absorción de glucosa o azúcar en el intestino que a su vez tiene una influencia directa sobre la diabetes tipo 2.
Este tipo de diabetes, después de todo, es un trastorno metabólico que se caracteriza por la hiperglucemia, un nivel alto de azúcar en la sangre.
Esta enfermedad afecta sobre todo a los adultos, unos 300 millones en todo el mundo.
«Uno de los primeros síntomas de la diabetes tipo 2 en la gente sana es que aumenta el nivel de glucosa tras la comida», afirmó a BBC Mundo François Pattou, uno de los autores de la investigación.
«Por tanto, es importantísimo tener cuidado en no consumir demasiada azúcar, combinada con sal, en las comidas. Esto es cierto tanto para personas que padecen diabetes tipo 2, pero sobre todo para aquellas que en teoría estén sanas», añadió.
Pattou advirtió que la gente en general consume tres veces más sal de lo que deberían, además de mucha más azúcar de lo aconsejado.
Agregó que limitar el consumo simultáneo de azúcar y sal, evitando productos como dulces salados, es algo relativamente sencillo de hacer y que reduciría enormemente el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Fuente: MDZ Online / BBC Mundo
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Exceso de pescado durante el embarazo, mayor riesgo de obesidad infantil
Telemundo47/EFE
Las mujeres embarazadas que consumen pescado más de tres veces a la semana durante la gestación tienen un mayor riesgo de dar a luz bebés que pueden tener un crecimiento muy rápido y sufrir obesidad infantil, según un estudio de la revista JAMA Pediatrics de la Asociación Médica de Estados Unidos.
Para llegar a esta conclusión, la doctora Leda Chatzi de la Universidad de Creta (Grecia) y su equipo analizaron los datos de 26,184 mujeres embarazadas y sus niños a través de estudios europeos y estadounidenses con el fin de examinar la relación entre pescado y sobrepeso, obesidad y crecimiento infantil.
Los niños objeto del estudio fueron supervisados hasta que cumplieron seis años, según indica la revista.
Los científicos observaron que el pescado expone frecuentemente a los seres humanos a contaminantes orgánicos persistentes (COPs), unas sustancias que pueden alterar el funcionamiento endocrino del organismo y contribuir al desarrollo de la obesidad, según la revista especializada.
«Los contaminantes orgánicos persistentes presentes en el pescado podrían proporcionar una explicación para la asociación observada entre el consumo de gran cantidad de pescado durante el embarazo y el aumento de la adiposidad infantil», concluye el grupo de científicos.
Fuente: Telemundo47 / EFE
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La diabetes puede potenciar la demencia vascular y agravar el desarrollo de Alzheimer
La Información / EP
Diabetes tipo 1 y 2 pueden agravar el desarrollo del Alzheimer, según un grupo de expertos de la Universidad de Cádiz dirigidos por la doctora Mónica García-Alloza.
Para ello, los investigadores han realizado varios estudios con animales, categorizados en diferentes edades, con el objetivo de ver cómo progresar en diferentes estadios de ambas enfermedades.
«A partir de estos nuevos modelos, únicos a nivel mundial, hemos centrado parte de nuestro trabajo en analizar cómo tanto la diabetes tipo 1 (que cursa con unos niveles muy bajos de insulina) como la diabetes tipo 2 (en la que hay una resistencia insulínica y altos niveles de insulina) contribuyen negativamente al desarrollo de la demencia vascular y agravan de forma importante el desarrollo de Alzheimer, generando una mayor fosforilación de la proteína tau, y promovido formas solubles y más tóxicas del beta-amiloide, que son dos de las características neuropatológicas típicas de esta patología», ha explicado Ramos-Rodríguez.
De esta manera, los científicos han comprobado que la insulina debe estar perfectamente controlada, ya que el sistema nervioso central podría tener graves problemas. Además de ello, la investigación ha permitido estudiar la relación entre demencia y diabetes en varias fases de evolución, permitiendo hacer un estudio en el que se expone que “la conversación entre Alzheimer y diabetes es de doble sentido”.
«El hecho de tener Alzheimer empeora las características metabólicas y, de igual forma, tener alteraciones metabólicas tiene consecuencias a nivel del sistema nervioso central», ha recalcado García-Alloza. Asimismo, los expertos también han conseguido ver una atrofia cerebral asociada a la edad, que hasta ahora era «muy complicado observar», y han podido constatar que la atrofia cerebral, en parte, viene dada porque mueren más neuronas y la densidad de espinas dendríticas está comprometida.
Todo este trabajo, que se ha publicado en tres artículos diferentes, uno en la revista ‘Molecular Neurobiology’ y otros dos en ‘Psychoneuroendocrinology’, se completa con un estudio centrado en mostrar cómo si se logra controlar alguno de los aspectos anteriormente descritos, se puede parar también el problema metabólico o el central.
De hecho, ahora mismo, los científicos están probando diferentes alternativas terapéuticas, para ver si se puede intervenir en alguno de los pasos implicados y ralentizar los efectos negativos de estas patologías, un proyecto que pretende ser el tema central de la tesis doctoral de la investigadora María del Carmen Infante.
Fuente: La Información / EP
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Los sustitutos de azúcar pueden llegar a ser más dañinos que el mismo azúcar
StarMedia
Un estudio publicado en la revista Nature, realizado por el Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, señala que los sustitutos del azúcar podrían contribuir al desarrollo de la intolerancia la glucosa, considerada como una forma de prediabetes.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que aunque los sustitutos de azúcar no tienen azúcar, sí afectan directamente la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa debido a que alteran la población de bacterias que se encuentran en el intestino, llamada microbiota intestinal.
Para llegar a estas conclusiones, se realizaron experimentos a tres grupos de ratones; al primer grupo se les administró agua con la cantidad sugerida por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de tres de los sustitutos de azúcar más consumidos y recomendados por nutriólogos como la sacarina, el aspartamo y la sucralosa, a otro grupo se les dio agua con azúcar y al tercero sólo agua.
Al comparar la salud de los tres grupos de ratones, los investigadores descubrieron que los roedores que habían tomado sustitutos de azúcar desarrollaron una mayor intolerancia a la glucosa en comparación con los ratones que bebieron agua con azúcar.
Aunque el estudio ha arrojado pruebas interesantes sobre este tema de si los sustitutos de azúcar son dañinos o no, los investigadores se muestran prudentes pues no se sabe a ciencia cierta si el microbioma humano funciona de forma similar al de los ratones, por lo que realizarán más pruebas y estudios al respecto.
Fuente: StarMedia
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La obesidad es incompatible con «estar sano»
Los obesos, aunque realicen mucho ejercicio, no están por ello más sanos ni menos exentos de riesgo de muerte a causa de la obesidad
Muy Interesante / Sara Romero
¿Puede una persona estar obesa pero físicamente saludable? Los efectos de la obesidad no se compensan haciendo ejercicio y estar obeso es por tanto incompatible con la definición de “estar sano”. Así de tajante se muestra el último estudio llevado a cabo por la Universidad de Umeå (Suecia) y que recoge la revistaInternational Journal of Epidemiology.
Y es que la obesidad aumenta el riesgo de una serie de patologías de salud graves como la diabetes tipo 2, el derrame cerebral o enfermedades del corazón y teniendo en cuenta que de un tiempo a esta parte se ha convertido en un problema de salud pública, el estudio quería averiguar si realmente la alta actividad física o aeróbica en hombres obesos provocaba una compensación en el riesgo de mortalidad con respecto a los hombres con peso normal.
Los investigadores analizaron los datos de 1.317.713 hombres con una edad media de 18 años y evaluaron su capacidad aeróbica mediante una prueba de bicicleta en el que pidieron a los participantes que pedalearan hasta que no pudieran más debido al cansancio. Además, realizaron un seguimiento durante 29 años de todos los voluntarios del estudio. Tras este periodo, los expertos descubrieron que los hombres con peso normal -con independencia de su nivel físico- tenían un riesgo de un 48% menor de mortalidad con respecto a los hombres obesos con alta capacidad aeróbica.
A pesar de que observaron un mayor número de muertes entre los hombres con capacidad aeróbica inferior, el trabajo ha determinado también que el efecto beneficioso de una alta capacidad aeróbica se reduce con una mayor obesidad. Por tanto, los obesos aunque hagan mucho ejercicio, no están por ello más sanos ni menos exentos de riesgo de muerte a causa de la obesidad. Además, los hombres de peso normal con baja capacidad aeróbica aún seguían con un riesgo de muerte un 30% más bajo que los hombres obesos que realizaban ejercicio frecuente.
El estudio cuenta con la limitación de que ha sido exclusivamente masculino debido a que se trataba de reclutas del ejército entre 1969 y 1996. Sea como fuere, los investigadores creen que sus resultados ayudan a refutar la idea de que la aptitud aeróbica puede eliminar las consecuencias para la salud de la obesidad.
Fuente: Muy Interesante
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La cirugía bariátrica reduce los antojos de azúcar
La cirugía para adelgazar frena a los más golosos al actuar sobre el sistema de recompensa del cerebro, según revela un nuevo estudio. Sus autores encontraron que la cirugía de bypass gastrointestinal, que se emplea para tratar la obesidad mórbida y la diabetes, reduce la conducta de búsqueda de azúcar en ratones al disminuir la liberación de una sustancia química de recompensa en el cerebro llamada dopamina.
El artículo publicado en ‘Cell Metabolism’ sugiere que los resultados positivos son más probables si los alimentos azucarados parecen menos gratificantes después de la intervención quirúrgica.
«El problema de cómo y por qué funciona la cirugía bariátrica ha sido desconcertante para los científicos durante años», dice el autor principal de la investigación, Ivan de Araujo, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
«Para aportar luz sobre cómo las cirugías bariátricas afectan a la función cerebral, nuestro estudio podría allanar el camino para el desarrollo de nuevas intervenciones menos invasivas, como medicamentos que reduzcan los antojos de azúcar mediante la prevención de la absorción de azúcar o su metabolismo al llegar al tracto gastrointestinal», añade.
Los pacientes, anecdóticamente, han informado de un cambio en el tipo de alimentos que preferían después de la cirugía para bajar de peso. Aunque las cuatro operaciones diferentes comúnmente ofrecidas en Estados Unidos son eficaces para revertir la obesidad y la diabetes, no está del todo claro cómo funcionan estas cirugías, con probablemente un número de diferentes mecanismos en juego.
Las cirugías bariátricas son más propensas a obtener buenos resultados cuando los pacientes reducen además sustancialmente su consumo de calorías y disminuir el consumo de alimentos azucarados es una parte importante de estos cambios de comportamiento.
Sobre la base de estudios anteriores que mostraban que el sistema cerebral de recompensa dopamina regula la ingesta de calorías, así como los resultados de su equipo de que la detección de nutrientes en el tracto gastrointestinal estimula la liberación de dopamina en el estriado dorsal, Araujo se dispuso a comprobar si la cirugía bariátrica se basa en los mismos circuitos del cerebro para frenar la preferencia por alimentos azucarados.
Los investigadores realizaron la cirugía en ratones para eliminar la primera parte del intestino delgado, que conecta directamente el estómago a una sección inferior del tracto gastrointestinal. El mismo procedimiento se lleva a cabo en los seres humanos e imita el componente de derivación de la intervención Roux-en-Y comúnmente utilizada, pero no se construyó una bolsa gástrica para limitar la ingesta de alimentos.
El procedimiento de cambio de ruta gastrointestinal realizado en los ratones suprimió su gusto por lo dulce mediante la reducción de la liberación de dopamina inducida pro el azúcar en el cuerpo estriado dorsal, esencialmente disminuyendo los efectos gratificantes del azúcar. Debido a las propiedades adictivas de los dulces, infusiones de azúcar en el estómago normalmente harían que los ratones chuparan persistentemente un caño que liberó un líquido azucarado, a pesar de la sensación de saciedad, pero la cirugía de bypass inhibió el impulso de búsqueda de dulce, casi como si se impidiera que la adicción al azúcar se arraigara.
Por otra parte, con el uso de la optogenética, una técnica de neurociencia avanzada, para activar directamente el circuito neuronal de dopamina en los animales de vida libre, los investigadores vieron un incremento notable en el consumo de azúcar, anulando los efectos de la cirugía de bypass. Los ratones que se sometieron a este procedimiento no consumían prácticamente ningún edulcorante tras infusiones de azúcar en el estómago, pero la estimulación óptica del cuerpo estriado dorsal hizo que los roedores fueran directos frente al tubo de azúcar.
«Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia de una relación causal entre la señalización estriatal de la dopamina y los resultados de las intervenciones bariátricas –resalta Araujo–. Sin embargo, ciertamente no queremos dar la impresión de que tenemos una respuesta sobre cómo y por qué funciona la cirugía bariátrica. Se necesita mucha más investigación en este campo».
Por su parte, de Araujo planea comparar directamente el impacto en las células de dopamina del cerebro producidas por diferentes tipos de cirugías bariátricas. «Esperamos que nuestro trabajo proporcione nuevos conocimientos sobre cómo las diferentes intervenciones bariátricas pueden dar lugar a un repertorio diverso de modificaciones de comportamiento -subraya–. Sin embargo, en última instancia, nos gustaría ayudar a los pacientes a perder peso y revertir su diabetes sin tener que pasar por el quirófano».
Fuente: Te Interesa/EP
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El consumo de cerveza puede ayudar a prevenir la diabetes tipo II

ElSol.com.ar
Estudios recientes asocian positivamente el consumo de cerveza con la disminución de las complicaciones de pacientes diabéticos tipo II, sobre todo por el efecto antiinflamatorio y antioxidante que provocan algunos de sus ingredientes.
Los pacientes diabéticos pueden tomar bebidas alcohólicas, pero con moderación. Si bien no hay una medida establecida, el consumo responsable de cerveza suele definirse como dos vasos de 330 ml diarios para los hombres y uno para las mujeres.
Diversos componentes de la cerveza, como la fibra soluble, los compuestos polifenólicos, los minerales y la baja graduación alcohólica podrían actuar, de manera preventiva, sobre los mecanismos y procesos que desencadenan la diabetes y sus complicaciones.
Esta es la principal conclusión de la revisión bibliográfica “Efecto preventivo y protector del consumo moderado de cerveza en la Diabetes Mellitus”, elaborada por el Dr. Franz Martín Bermudo, Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y representante de la Sociedad Española de Diabetes.
La prevención es el mecanismo más eficaz para tratar la diabetes y sus complicaciones. Según numerosas investigaciones, la alimentación es uno de los factores que más influye para prevenir esta enfermedad. En el caso de la Diabetes Mellitus 2, existen evidencias que relacionan el consumo de alimentos, nutrientes y dietas con la aparición de la enfermedad.
Entre aquellas que reducen el riesgo de padecer Diabetes Mellitus 2, se encuentra una dieta rica en fibra y el consumo de polifenoles.
Además, en cuanto a los minerales, un déficit en los niveles de magnesio se relaciona con un incremento en el riesgo de padecer Diabetes Mellitus 2. En este sentido, la cerveza es una bebida con magnesio, fibra y polifenoles como las isohumulonas.
A su vez, se ha estudiado que el consumo moderado de cerveza, gracias a la presencia de los polifenoles, es capaz de aumentar la capacidad antioxidante del plasma.
Según el documento que se citó anteriormente del Dr. Bermudo, la ingesta de alimentos con actividad antioxidante previenen la aparición y evolución de las complicaciones de la diabetes.
Los procesos inflamatorios juegan un rol muy importante en las complicaciones vasculares de la diabetes. Por lo cual, los compuestos o nutrientes con efectos antinflamatorios son los indicados y buscados. Dichos efectos antinflamatorios son posibles con la incorporación de la fibra, los compuestos fenólicos y las sustancias como las isohumulonas y el xantohumol presentes en la cerveza, siendo la única bebida que los aporta.
En síntesis, la ingesta de cerveza, en las dosis recomendadas, estaría permitida y hasta indicada para prevenir complicaciones en el paciente diabético.
Fuente: El Sol
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La cirugía bariátrica mejora dolor en las articulaciones y capacidad de andar

EP
Un estudio norteamericano revela efectos beneficiosos de la cirugía bariátrica para el dolor articular y la capacidad de caminar de los pacientes.
En el análisis de los tres años posteriores a la cirugía bariátrica, la mayoría de los pacientes experimentan una mejoría en el dolor y la capacidad para andar, según los resultados preliminares de un trabajo de expertos de University of Pittsburgh Graduate School of Public Health, en Estados Unidos, presentada en Los Ángeles en la ‘ObesityWeek 2015’, la conferencia internacional anual de la American Society for Metabolic and Bariatric Surgery y la Obesity Society.
El estudio, financiado por los National Institutes of Health (NIH), en Estados Unidos, intentó identificar las características clave de los pacientes que pueden indicar qué personas son las más y las menos propensas a obtener una mejoría, un hallazgo que podría permitir a los médicos identificar a los pacientes que pueden requerir intervenciones adicionales para mejorar los resultados.
«Nuestro estudio encontró que las mejoras clínicamente significativas en el dolor corporal, dolor en las articulaciones y la función física percibida y objetiva son comunes después de la cirugía bariátrica. En particular, caminar es más fácil, impactando en la capacidad de los pacientes de adoptar un estilo de vida más activo físicamente. Sin embargo, algunos pacientes siguen teniendo dolor y discapacidad significativa», señala la autora principal, Wendy King, profesora asociada en el Departamento de Epidemiología de Salud Pública de Pitt.
«Nuestra esperanza es que estos datos ayuden a los pacientes y los médicos a desarrollar expectativas realistas sobre el impacto de la cirugía bariátrica sobre estos aspectos de sus vidas», agrega Kin, quien con sus colegas siguió a 2.221 pacientes que participaron un estudio prospectivo de los pacientes sometidos a cirugía de pérdida de peso en diez hospitales diferentes de Estados Unidos.
A través de tres años de seguimiento, entre el 50 y el 70% de los adultos con obesidad grave que se sometieron a cirugía bariátrica detectó mejorías clínicamente importantes en el dolor corporal, la función física y la velocidad habitual para caminar. Alrededor de tres cuartas partes de los participantes con dolor grave en la rodilla y en la cadera o discapacidad antes de la cirugía experimentaron mejorías en los síntomas indicativos de osteoartritis. Además, más de la mitad de los participantes que tenían un déficit de movilidad antes de la cirugía no lo tuvieron tras la cirugía.
Ser de edad avanzada, de bajos ingresos, tener síntomas depresivos y trastornos médicos preexistentes, incluyendo enfermedades cardiovasculares y diabetes antes de la cirugía, fueron algunos de los factores que se asocian de forma independiente con una menor probabilidad de mejoría en el dolor y la movilidad tras la operación, mientras que una mayor pérdida de peso, mayor reducción de los síntomas depresivos y remisión o mejora de varios problemas médicos se vincularon con una mayor probabilidad de mejora.
«El estado funcional es un aspecto muy importante de la salud que no ha sido tan bien estudiado como otros trastornos que cambian después de la cirugía bariátrica y este estudio arroja luz sobre los factores específicos que pueden afectar a las mejoras en las personas con dolor en las articulaciones que se someten a estos procedimientos», resalta la coautora del estudio Anita Courcoulas, jefa de Cirugía Beneral y Cirugía Bariátrica Mínimamente Invasiva en la School of Public Health de Pitt.
Fuente: EP / SID USAL



