Descubren un nuevo mecanismo por el que la obesidad provoca resistencia a la insulina

Publicado on Ene 24, 2019

Descubren un nuevo mecanismo por el que la obesidad provoca resistencia a la insulina

Investigadores del IDIBAPS y del CIBERDEM han publicado un estudio en la revista PNAS en el que demuestran uno de los mecanismos por los que la obesidad modula el metabolismo de la glucosa y de los lípidos en ratones. Lo hace a través de cambios en el contenido de microRNAs de los exosomas, vesículas que secretan todas las células y que se encuentran en la sangre. Estos cambios en el patrón de los microRNAs, pequeñas moléculas con capacidad para regular la expresión de determinados genes, provocan intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. El estudio desenmascara un mecanismo patológico poco explorado hasta ahora y proporciona una nueva diana terapéutica para el tratamiento del síndrome metabólico. El estudio lo ha coordinado Anna Novials, jefa del equipo Patogenia y Prevención de la Diabetes del IDIBAPS y jefa de grupo del CIBERDEM. El primer autor del estudio es Carlos Castaño, investigador predoctoral del grupo, y la última autora del trabajo es Marcelina Párrizas, investigadora del equipo del IDIBAPS /CIBERDEM. La obesidad a menudo está relacionada con enfermedades metabólicas. La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades metabólicas más común en todo el mundo y se estima que afectará a un tercio de la población en 2050. Este tipo de diabetes está asociada al sobrepeso y el sedentarismo, siendo la obesidad una de las causas principales de resistencia a la insulina. Los microRNAs son pequeñas moléculas que tienen la capacidad de regular la expresión de los genes y los pueden secretar casi todos los tipos de células del organismo dentro de vesículas llamadas exosomas. Cambios en el perfil de los microRNAs circulantes en la sangre se asocian a varias enfermedades, incluyendo las metabólicas. Estas moléculas se pueden utilizar como biomarcadores para mejorar el diagnóstico de las enfermedades y monitorizar la respuesta a los tratamientos. Para el estudio publicado en la revista PNAS, los investigadores han estudiado el papel de los microRNA contenidos dentro de los exosomas, vesículas que secretan los tejidos y que contienen proteínas, lípidos o moléculas de RNA, en el síndrome metabólico. Lo han hecho con un modelo de ratón diabético que simula este síndrome. Mediante una dieta rica en grasas, los animales se hacen intolerantes a la glucosa – como un estado pre-diabético-, tienen el hígado graso y trastorno en el metabolismo de los lípidos. Los investigadores analizaron el perfil de microRNAs que contienen los exosomas de estos ratones y obtuvieron un panel mediante un análisis bioinformático. Los resultados demuestran que la obesidad cambia el perfil de microRNAs en los exosomas del plasma en ratones. Pero lo más importante es que, si se trata a ratones sanos con los exosomas aislados de ratones obesos, se provoca intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. Los investigadores lograron reproducir en el laboratorio el patrón de microRNAs asociado a la obesidad, y vieron que la transferencia a ratones sanos también les provocaba el mismo síndrome metabólico. «En este estudio hemos explicado el papel que...

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Cirugía bariátrica: ¿eres un candidato?

Publicado on Ene 17, 2019

Cirugía bariátrica: ¿eres un candidato?

La cirugía bariátrica ha ganado gran auge en República Dominicana, pero la decisión de practicar este tipo de operación no puede tomarse a la ligera. El equipo clínico que evalúa al candidato no solo debe poseer la capacidad médica y técnica para realizar la intervención; debe tener la integridad moral para rechazar a aquellos pacientes que no califican. Es una cirugía que cumple con unos criterios específicos, advierte el cirujano bariátrico José Miguel Rodríguez Belliard. “No es un tipo de cirugía que se toma medalaganariamente y que tú vas y te haces porque decidiste hacerlo o lucir bien”. ¿Cuáles son esos criterios? En primer lugar, tener un índice de masa corporal o IMC por encima de 35 (el IMC se calcula dividiendo el peso en kilos entre el cuadrado de la estatura en metros). Aparte de la obesidad en sí, el equipo profesional toma en cuenta el hecho de que el paciente haya desarrollado problemas de salud asociados a esta, por ejemplo, hipertensión, hipercolesterolemia, dolores articulares, acantosis (oscurecimiento de la piel en zonas de pliegues) y diabetes. “Existen obesos que no tienen enfermedades directamente asociadas con la enfermedad”, aclara Rodríguez Belliard, “pero pueden desarrollarlas a corto plazo”. Complicación La obesidad se encuentra entre los principales factores de riesgo de la apnea del sueño, interrupción repetida de la respiración mientras la persona duerme, que tiene graves consecuencias para la salud. Trabajo en equipo asegura éxito de la bariátrica El paciente obeso es un paciente multidisciplinario. Varios factores inciden en su condición y múltiples complicaciones médicas se derivan de ella. Esto se toma en cuenta en el momento en que la persona aplica para una cirugía bariátrica, un tipo de operación para perder peso cuando se sufre obesidad extrema. El paciente debe ser evaluado por un equipo médico multidisciplinario. “La cirugía bariátrica no es una cirugía de uno”, afirma José Miguel Rodríguez Belliard, cirujano bariátrico y metabólico de Clínica Abreu, “es una cirugía de un equipo médico donde el factor más importante quizás no sea el cirujano bariátrico como tal”. Este equipo lo componen, además del cirujano, un internista, gastroenterólogo, psicólogo, nutricionista y, de ser necesario, fisioterapeuta. El gastroenterólogo va a determinar, mediante una endoscopia, si el paciente sufre alguna enfermedad gastrointestinal (úlcera, gastritis, pólipos estomacales…) que impida la realización de la operación, pues esta implica una intervención directa del estómago. Pero la obesidad no es un problema únicamente físico. «La obesidad», dice Rodríguez Belliard, «no es simple y sencillamente el sobrepeso; hay factores psicológicos asociados que envuelven al paciente”. De ahí la importancia de la participación de un profesional de la conducta. La cirugía garantiza pérdida de peso en los cinco años posteriores a su realización, asevera el especialista; sin embargo, el paciente puede tener una recaída y recuperar peso a causa de trastornos emocionales no manejados en el momento indicado. Varios meses antes de ir al quirófano, el paciente...

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Cada vez muere más gente por obesidad que por accidentes de tráfico. Y no parece que vaya a cambiar.

Publicado on Ene 10, 2019

Cada vez muere más gente por obesidad que por accidentes de tráfico. Y no parece que vaya a cambiar.

Los datos obtenidos por la Organización Mundial de la Salud coinciden con los del Instituto de Métricas de Salud y Evaluación (IHME): la obesidad, los ataques al corazón y otras enfermedades no transmisibles, debidas principalmente a nuestros hábitos de vida, son la principal causa de muerte en todo el mundo. Mucho más, incluso, que las enfermedades infecciosas o los accidentes de cualquier tipo. Las cifras de este tipo de enfermedades las ponen en cabeza entre las epidemias mundiales. Las enfermedades respiratorias, la diabetes o los problemas neurológicos han escalado el ranking de las principales causas de muerte, desde los años 90. Y nada apunta a que la cosa vaya a cambiar para mejor. ¿De qué morimos? Según el Global Burden of Disease o GB, un índice elaborado por el IHME, las principales causas de muerte en 2017 a nivel mundial fueron: los problemas del corazón, el cáncer, las enfermedades respiratorias, los problemas neurológicos y la diabetes; por ese orden. Mientras que las enfermedades cardiovasculares representan la muerte de 233 personas por cada 100.000 al año, la diabetes ronda las 35 personas por cada 100.000. Eso supone la muerte de casi 108.500 españolas y españoles en 2017 por culpa de un problema de corazón y de 16.300 por culpa de la diabetes. El cáncer supone 125 muertes por cada 100.000, es decir, unas 58.200 anuales en España; mientras que los problemas neurológicos «solo» alcanzan las 40 muertes por cada 100.000 (unas 18.600 en España). Con todo, los neoplasmas (el cáncer) y las enfermedades cardiovasculares representan más del 50% de las muertes totales contabilizadas hasta la fecha. Estos datos, como decíamos, están avalados por la OMS, quienes presentaban hace poco un informe al respecto. En él se recogen todos los datos obtenidos de manera independiente desde 2005. La OMS coincide con el GBD: las principales enfermedades que nos están matando no son transmisibles. Son las cardiovasculares y el cáncer. En comparación, los accidentes de tráfico, laborales, asesinatos, conflictos armados y otro tipo de lesiones fatales suponen, en suma, solo un 8% del total. Es decir, las muertes relacionadas con nuestra alimentación y hábitos de vida matan casi seis veces a más personas que los accidentes y las acciones deliberadas para matar a alguien. Infecciones, accidentes, asesinatos y otras muertes Aparte de las enfermedades respiratorias, que siguen en el cuarto puesto, según el GBD, tenemos que bajar en la lista hasta el décimo puesto, con 23 muertes por cada 100.000, causadas por las enfermedades entéricas (diarrea, colitis, gastrointestinales severas, etc.). El VIH se encuentra en un decimocuarto puesto, con 14 muertes por cada 100.000, mientras que la malaria está en un 9 de cada 100.000. Si nos vamos al final de la lista de la GBD, encontramos el abuso de drogas (5 de cada 100.000), la malnutrición (4 de cada 100.000) y, en el último lugar, los desórdenes mentales (0,0043 de cada...

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¿Sabes cuáles son los efectos secundarios menos conocidos de la diabetes?

Publicado on Ene 9, 2019

¿Sabes cuáles son los efectos secundarios menos conocidos de la diabetes?

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes (que tuvo lugar el 14 de noviembre), muchos de sus focos estaban puestos, además de en el apoyo a los pacientes y sus familias, en la incentivación de campañas divulgativas y sensibilización con esta enfermedad. Según el estudio Di@bet.es, impulsado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), solo en España, un 8,5% de la población está diagnosticada de diabetes y más de un 25% padece algún trastorno del metabolismo de la glucosa. Se trata de una dolencia muy extendida de la que se prescriben casi 400.000 nuevos casos al año, siendo la prevención y una pronta detección claves en su tratamiento. Sin embargo, un retraso en su diagnóstico implica que un 50% de las personas puedan presentar ya alguna complicación crónica derivada de ella. Un dato que nos confirma la elevación crónica de la glucosa (debida a un diagnóstico tardío o a un inadecuado control a lo largo de los años) produce complicaciones crónicas que afectan, sobre todo, a los vasos del organismo, tanto a los grandes (corazón, cerebro y miembros inferiores), como a los pequeños (principalmente, riñón, retina y los que mantienen la oxigenación de los nervios periféricos)», señala. Pero, ¿por qué se producen? La experta aclara que el mecanismo por el cual se producen todas estas alteraciones es siempre el mismo: la glucosa elevada de forma continuada es dañina para la pared de los vasos desencadenando una reacción inflamatoria defensiva por parte del organismo. Ello conlleva pérdida de elasticidad de las arterias y su estrechamiento progresivo, de manera que el flujo va reduciéndose, pudiendo favorecer la formación de coágulos (trombos) que acaban por obstruir esos vasos y dando lugar a un infarto. Una información que nos hace prestar una especial atención a los efectos secundarios menos conocidos (pero no por ello menos importantes) de la diabetes. La especialista nos los detalla a continuación. Complicaciones macrovasculares Una menor circulación en las arterias coronarias puede llevar a sufrir infartos de miocardio, arritmias e insuficiencia cardíaca. Además, como los nervios de estas arterias pueden estar afectados, el dolor característico de la angina puede verse disminuido o no existir, pasando desapercibido por paciente y médicos, hasta que la afectación es mucho mayor. Así, las personas con diabetes tienen entre 2 y 6 veces más riesgo de muerte por episodios cardiovasculares y 2,5 veces más probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca. La diabetes aumenta 4 veces el riesgo de infarto cerebral. Esto se debe a que el estrechamiento progresivo de los vasos del cerebro disminuye el riego de las neuronas pudiendo producir ictus y deterioro cognitivo (demencia vascular). Circulación periférica de los miembros inferiores. La diabetes es una de las primeras causas de amputación no debida a traumatismo por la reducción progresiva de la circulación en las arterias distales de las piernas lo cual, a nivel precoz, produce un retraso en la cicatrización de las...

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Diabetes: ¿quién atiende a los niños diabéticos en el colegio?

Publicado on Dic 27, 2018

Diabetes: ¿quién atiende a los niños diabéticos en el colegio?

Uno de los principales problemas de las familias a la hora de escolarizar al menor es saber quién se ocupará del cuidado constante que demanda la enfermedad. El niño con diabetes mellitus tipo 1, sobre todo a edades tempranas, lo tiene complicado a la hora de la escolarización. O por lo menos al acceso a una escolarización acorde con sus necesidades. El pequeño y la familia se encuentran con centros que carecen de servicios de atención o con un conjunto de docentes que carecen de formación acerca de la enfermedad. Ana Ibáñez es la madre de Martina, de tres años. A la pequeña le diagnosticaron el pasado 19 de agosto diabetes mellitus tipo 1. La niña va a un colegio en Barcelona en el que carecían de un enfermero para a ayudarle a controlar las subidas y bajadas de azúcar propias de la patología que padece. La maestra es, junto a la progenitora, que acudía al centro varias veces al día, la que se ocupaba de hacer los controles de la pequeña. “Pero ella es humana, en el aula hay 27 alumnos, entre los que está también un pequeño con necesidades especiales. Ha sido duro. Mi hija era invisible para el sistema y ella necesitaba constantemente a alguien que gestionara su enfermedad (puede pasar de tener una glucemia de 350 a 60 en 30 minutos)”, explica la madre por teléfono a EL PAÍS. La familia solicitó la ayuda necesaria, alguien capaz de atender a la niña y dar tranquilidad a la madre. Ibáñez lo consiguió el pasado día 27 de septiembre. La angustia de Ibáñez no es única. Son muchos los padres con niños que padecen esta enfermedad los que critican la falta de atención médica y formación de los trabajadores en los centros educativos. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune. A la glucosa que circula por la sangre se le denomina glucemia. Los síntomas más característicos son que el pequeño tiene más ganas de orinar; más sed y más ganas de comer de lo habitual y pierde peso rápidamente. La enfermedad no tiene cura. «La diabetes tiene un impacto importante en la vida del niño que la padece, pero también de sus familiares, ya que implica tener que introducir nuevas rutinas necesarias para conseguir un adecuado control», explica Roque Cardona Hernández, pediatra endocrinólogo del Hospital Sant Joan de Déu y asesor científico de la Fundación para la Diabetes. «En un primer momento es normal que muchos experimenten sentimientos de negación, rabia y culpabilidad, que afortunadamente van disminuyendo posteriormente según van afrontando el duelo. Nuestra labor como equipo de diabetes es intentar que se sientan apoyados y proporcionar las mejores herramientas para asegurar un buen control desde el primer momento», afirma. La Fundación para la Diabetes explica que la “falta de asistencia médica y formación en los centros” es una de las principales quejas de las familias. Según los...

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Diez pistas para saber si padecemos diabetes

Publicado on Dic 20, 2018

Diez pistas para saber si padecemos diabetes

La diabetes es una de las emergencias sanitarias que más ha crecido en el planeta en las últimas décadas. De que en la década de los años setenta del siglo pasado la industria azucarera comenzó a infiltrarse en todo tipo de productos alimentarios, imponiendo el adictivo poder de la glucosa tanto en refrescos como en bollos, pasteles, chocolates e incluso embutidos, una nueva epidemia se ha alzado silenciosamente hasta convertirse en un clamor: la diabetes de tipo 2, adquirida y no congénita. La OMS calcula que actualmente una de cada 11 personas en el mundo ya son diabéticas de esta modalidad, a la vez que millón y medio mueren en el mundo cada año por sus efectos devastadores y se calcula que en el futuro, si no se le pone remedio, puede llegar a ser una rémora definitiva para la economía mundial por su coste sanitario. La relación entre el consumo de azúcares añadidos y la diabetes es cada vez más conocida por el gran público, que ha aprendido que un exceso de azúcar fuerza al páncreas a fabricar más insulina de la normal, la hormona que captura todo el azúcar y lo conduce a las células del cuerpo para alimentarlas. Pero estas, cuando reciben exceso de glucosa durante un periodo prolongado, tienden a resistirse a aceptarla; se vuelven «sordas» al reclamo de la insulina y se niegan a alimentarse. En consecuencia, el páncreas debe fabricar todavía más insulina para lograr que una porción significativa de las células acepte parte de ese azúcar para crear energía que les permita vivir. Como las personas nos hacemos adictas al azúcar añadido, consumimos cada vez más, muchas veces oculto en productos inverosímiles. Por tanto, este círculo de «sordera celular» -se llama «resistencia a la insulina»- que se compensa con mayores niveles de insulina, se acelera y a su vez aumenta la sordera de las células. Es un círculo vicioso que termina cuando el páncreas «se rompe» y deja de ser funcional para fabricar insulina. Nuestro cuerpo ya no es capaz de fabricar suficiente insulina y la disfunción hace que nuestros niveles de glucosa en sangre se disparen a la vez que no llegue suficiente alimento a las células, especialmente a las más alejadas de la zona del hígado, que es centro productor de la glucosa libre. Bienvenidos a la diabetes de tipo 2. La buena noticia es que la diabetes de tipo 2 puede ser  reversible si se identifica en los primeros años; a diferencia de las de tipo 1, que son tipos de enfermedad autoinmunes o idiopáticas y que impiden la fabricación de insulina por parte de las células del páncreas. La mala que para revertirla hay que superar la adicción al azúcar, que está socialmente aceptada como normal, pero cuyos efectos a largo plazo pueden ser tan devastadores como el de las peores drogas. Si no dejamos, o moderamos mucho, la Cocacola, la bollería, la pastelería, las harinas refinadas, los productos y conservas procesadas, las mermeladas, la miel, y un largo etcétera de alimentos,...

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